Les molesta (y se esfuerzan por demostrar que les molesta mucho más que vos) que te mangueen por la calle... pero si fuera posible vivirían de arriba en casa de mamá hasta pasados los 30.
Siempre hay lugar para un comentario destructivo sobre lo idiota que son los demás seres humanos, en particular en referencia a algún actor político, social, sindical, estudiantil, y mucho más si tiene un rol relevante en su lugar... pero nunca podrían mover su gordo culo del sillón para dejar de hacer zapping y llevar a la práctica sus geniales ideas...(tal vez sea por miedo a equivocarse y ser blanco de las críticas de otro idiota.. no se... pisarse el palito que le dicen...)
Quieren ser jefes sin nunca ser empleados... pensando que se puede cumplir el rol de jefe, llenarse los bolsillos con el trabajo ajeno, dar ordenes, coordinar... sin antes ser un subordinado más, cumpliendo ordenes, llenándole los bolsillos al jefe de turno.
No pueden entender como un plancha gasta parte de su ingreso en pagar un celular pero no tienen ningún pudor en gastar la mayor parte de sus ingresos en gastos suntuarios.
Será que el consumismo pega igual arriba que abajo?
Es muy fácil asociar la pasta base con la delincuencia cuando uno tiene la guita para poder bancar la adicción a la cocaína.
Odian vivir en este país de planchas.. último rincón recóndito de latinoámerica, del tercer mundo y sueñan con vivir en una nación con nombre respetable... volver de donde sus abuelos nunca deberían haberse ido.. pero saben que si pudieran hacerlo se convertirían en los planchas del primer mundo... en los "lava copas" en los que pronuncian raro... inmigrantes sudacas ... ciudadanos de segunda, blanco de las inquisidoras miradas de sus camaradas derechosos de su nuevo país.
Lo mas curioso es que parece que pensaran que son diferentes... mejores ... parte de una casta superior y no se dan cuenta que todos somos macaquitos hechos de la misma mierda... que lo único que nos diferencia de los demás son nuestros mecanismos de supervivencia frente a lo que nos toca vivir... y las fantasías que nos inventamos para sentirnos menos mierda que los demás.
